“Apocalipsis Samba” arranca a mediados de el 2010, Juanchi Baleirón, (con quien nos conocemos hace tiempo casi de la época de los inicios de la banda) estaba trabajando en Montevideo en el disco de No te va gustar, en esos días salimos a cenar un par de veces en Montevideo y en una de esas noches nos preguntó en que andábamos y si teníamos pensado grabar un disco.

La verdad le dijimos que estábamos medio quietos con ese tema, mas allá de la idea y la necesidad (hasta física) que siempre hay de entrar a un estudio…. todavía no teníamos pensado nada.

Ahí fue que nos sugirió que hiciéramos 10 temas y se los mandáramos para fin de año, estábamos necesitando ese primer empujón y se puede decir que ese fue el punto de partida. Arrancamos a armar canciones en septiembre y a fines de diciembre le mandamos los 10 temas.

Su primer respuesta fue: “Che! Me gusta … pero me imagino que después de las vacaciones me van a mandar mas “, … entonces nos pusimos el mameluco de nuevo y a seguir laburando hasta que en marzo de 2011 le mandamos 9 temas más.

Era la primera vez en la historia de Cursi que había una cantidad de temas como para poder elegir, sobretodo porque teníamos claro que en esta instancia queríamos grabar un disco con 10 u 11 temas. Por suerte esa selección de temas la hizo Juanchi, hecho clave en este proceso. Esa misma lista la imprimimos, la colgamos en el estudio y la respetamos a rajatabla.

De ahí en más arrancamos a trabajar los 4 juntos: Pedro Alemany en guitarra, Sergio “Toto” Núñez en batería, Diego Drexler en bajo, y Fabián Krut en voz.
Trabajamos en la búsqueda de un sonido más directo de banda y ensayamos las canciones tal como si las fuéramos a tocar en vivo.

En este disco nos pusimos todos el equipo al hombro, confiamos en nosotros mismos y le metimos mano los cuatro integrantes. Venimos grabando discos hace años así que se generó un clima de laburo bárbaro… todos tirábamos ideas con la clara premisa de seguir a la canción por sobre todas las cosas.

A estas alturas de la banda, después de tantos kilómetros y lugares recorridos por el interior del país, de tantas charlas de camioneta, de tantos festivales donde tocábamos entre los grupos de folklore y la banda de cumbia o después de la elección de la reina de la festividad que sea; sentíamos la necesidad imperiosa de trasladar toda esa experiencia a un disco, desde en la estética, hasta en el sonido y obviamente en las canciones.

Ese paisaje sonoro dejó de lado las secuencias dando paso a un sonido mas orgánico plagado de un montón de invitados, tanto instrumentistas como cantantes, lo que nos dio la posibilidad de abrir una abanico muy variado en lo sonoro y también la posibilidad de oxigenar mas las canciones a través de las voces.

Para nosotros este disco es el mas “cursi” de Cursi desde todos sus vértices, nos sacamos las ganas de hacer lo que queríamos, hasta en el arte.

Nos encuentra en una etapa en la que estamos mas relajados con respecto a respetar nuestra propia identidad y mantener una forma de decir las cosas de una manera personal… si se quiere con cierta postura anarquista cuando de estilo se trata, lo cual tiene un costo, pero así es Cursi. Somos unos convencidos de que las canciones hacen su propio camino.